PENSAMIENTOS DE UNA SOÑADORA

Resplandece la noche con  estrellas en el cielo tan bello como un beso te siento tan cerca como la nieve, como la tormenta, cuando el frío se escapa, cuando se va la tormenta, cuando oscurece la primavera, y el calor del verano llega, cuando la intensidad del viento se ahuyenta y todo me recuerda ¡terminó la primavera! ya nada queda, tan solo las oscuras tinieblas. Pasa el tren de madrugada nadie sube no queda un alma saltan chispas, chirrian las vías todo está tan triste ¡se acabó la primavera! ¡Adiós primavera! y grito a lo lejos, pero sin embargo... nadie me contesta, nadie me responde, tampoco ella. Rodeada de infeliz tristeza, las flores marchitaron del calor soleado, sin agua... de belleza seca. Los pájaros tristes ya no cantan se alejan pues de tanto calor, de tanta tristeza añoranza austera de felicidad, adiós belleza ¡Adiós primavera!

Subo a la cumbre más alta me alzo en el pedestal, miro al fondo veo nubes, niebla... ¡siento tanta humedad! cantan los verdes abetos su sonido tan bullicioso, de frío invernal, nieve blanca que se extiende, en el suelo su brillo permanecerá alzo mi mirada al cielo y las nubes me quieren  poco a poco acariciar vuelvo a la cumbre más alta me inclino hasta el borde, hacía abajo me quiero arrastrar caer y dar vueltas en la nieve y que el frío me despierte de esta muerte invernal.