Refugiada en mi destierro

Vereda intrépida
de estrepitosa melancolía
campos marchitos
de sequedad de palabras
Insufrible mal estar 
me acecha 
sombras que sin piedad
me arrastran.
No voy a hundirme,
no me sentiré pisoteada
¿Saldré libre de culpas?
rogando a mis esperanzas
me refugiaré en mi
eterno destierro
emergeré del viento,
de las frases vacías, 
de mis silencios.
Sin fuerzas sobreviviré
de las cenizas alguna
que otra chispa sacaré
rendirse es de cobardes
no me rendiré poco a poco
me superaré aunque se
convierta en estupidez 
resquebrajada de 
alegría calmada.

Comentarios

Esther ha dicho que…
CAnto al optimismo, ni nada ni nadie podrá acabar conmigo, si señor!!

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