Corazón de armadura
por temor a que me hicieran daño
ocultaba cosas de mi vida, y nada me importaba
no quería que nadie supiese de mí.
Y me construí una armadura, evitando
así los ataques dañinos hacia mí,
pero que equivocada estaba
ya que eso se convirtió en amargura.
Tenía tanto miedo a abrir mi corazón
a querer a la gente que me apreciaba,
que me fuí convirtiendo en una estúpida
insoportable y fué entonces cuando cambié.
Dejé atrás esa coraza, deje de aparentar
lo dura que era, y dejé ver mi verdadero yo.
Puede que quedara desprotegida pero
realmente me sentía de una vez liberada.
En estos años atrás aprendí a quereme
y a hacerme más fuerte, a llorar de verdad.
Comprendí que así era mucho más feliz
y que los que me querían lo disfrutaban así.
Ahora me siento libre para amar,
para disfrutar de la vida,
para mostrar mis sentimientos
para ser la que siempre fuí.
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